La agridulce sensación de salir de guardia sin intervenciones en defensa de las víctimas de la violencia de género.
Un sábado de guardia uno podría esperar intervenir casi siempre ayudando a alguien a ejercer su derecho a una defensa.
Pero claro para eso tiene que sonar el teléfono, pasan las horas … y así sin comerlo ni beberlo estás dándole el teléfono a otro letrado y no tuviste que hacer nada.
La sensación es un poco rara pero si además eres del turno especialista en Violencia de Género te haces la pregunta: ¿de verdad ninguna mujer fue víctima de violencia de género en TODA la provincia de Valladolid ese sábado o antes y se acercó a denunciar?
Creo que la respuesta debe ser: “Quiero pensar que fue así pero creo firmemente que no, que algo falló ese sábado porque alguien no llamó al 016 o fue a comisaría y en la puerta pensó ¿para qué? O porque siguen callando hasta que las rematan.
Es un turno duro muy duro y donde veo quizás más injusticias manifiestas. Pero es necesario dar un paso previo un paso decidido y valiente IR A DENUNCIAR.
Entonces ya aparece la abogada (en este turno yo creo que son mayoría) y el sistema: te ayuda a poner denuncia “bien” para que no se escapen por un tecnicismo, a qué hay que hacer después, a salir de casa o a que él no vuelva, a hacer un montón de papeles necesarios (o quizás no tanto) y todo será diferente. Porque habrá empezado el fin de ese maltrato.
Ojalá no haya más sábados sin llamadas, mientras haya una sola mujer maltratada.
Álvaro Rizo Sola es abogado de Valladolid adscrito al turno de oficio especializado en atención a víctimas de Violencia de Género.
PD. Dedicado a las compañeras de la Agrupación de Mujeres Abogadas de Valladolid del ICAVA de las que aprendemos tanto para ejercer bien este turno tan duro.
