El derecho penal vende y por tanto es muy “noticiable”. Dentro de la defensa de todo caso “mediático” una de las variables a controlar es la comunicación pública, es decir la gestión de la información.
Veamos un claro ejemplo de lo que no hay que hacer, no hace falta estar acusado de violación y acudir como jurado a un concurso de belleza, en ocasiones para liarla basta con que tus ultras hayan quedado para matarse y, sin tener muy claro lo que ha pasado y sobre todo lo que va a pasar, te sientes ante toda España para decir unas palabras.
La comparecencia de los dos presidentes tras el partido atlético-deportivo es un claro ejemplo de que no hay que “hablar por hablar”, antes de salir quizás hablaron con alguien de comunicación (que lo dudo) pero no con sus servicios legales, se pusieron en evidencia en la segunda frase: “esto no tiene nada que ver con el fútbol”. Aun hoy intentan desmarcarse de esa frase y son mirados con lupa por ello.
¿Qué pasó para que fuera tan mal la primera reacción oficial de los clubes? Con temas penales rondando, una persona al borde de la muerte e investigaciones policiales en marcha un comunicado habría sido más que suficiente: se condena la violencia, el Club está estudiando las medidas necesarias para que no se pueda volver a producir, debemos ver que dice la policía…etc. Después una vez tomada la medida de la gravedad real del asunto es entonces cuando se comunica las medidas que va a tomar el club. En penal y con los medios de comunicación: Menos es más.
En general en todo tema penal se sabe por dónde van a ir los tiros, lo importante es adelantarse en la medida de lo posible y tener una estrategia previa (también de comunicación) que no perjudique la posición del defendido, eso es muy difícil por lo que en caso de duda: Silencio y perfil bajo.