1.- Lucharé con Lexnet, desde dentro.
Ya está aquí, los abogados sólo hablaremos con los Juzgados en sala o por ordenador, gracias a la herramienta que usan los procuradores desde hace tiempo ahora nos vemos en la obligación de usar esta especie de mail con firma digital para presentar escritos y recibir notificaciones.
No hay excusas se exige estar al día y cumplir, ahora bien, el sistema es muy mejorable y lucharé junto a todos aquellos compañeros que exigimos un paso más y que llegue el expediente judicial en la nube, mucho más útil y que realmente acabaría con el papel.
2.- Estricta Organización del tiempo: mes / semana / día.
La vida profesional y la sociedad tecnológica nos arrastra con facilidad a la figura del letrado apaga fuegos o que llega y se va con prisa de todos los sitios por falta de tiempo. Me niego a tratar así a esta sagrada profesión, a mis clientes y a los profesionales de la Justicia. Sólo una permanente organización y asignación de prioridades permite llegar a lo importante sin dejar de lado lo urgente.
Esto exige también no estar siempre ni para todo el mundo disponible en todo momento pero, por el contrario, cuando se está centrado curiosamente se llega a todo.
3.- Conciliar es minimizar los excesos.
La organización ayuda pero por sí sola no basta para “dejar los trastos” y desconectar del todo y de todos al menos un día entero y del despacho otro. Es deseable que dichas desconexiones sean en el fin de semana.
La profesión y el cliente exige hacer excepciones pues es mi forma de ejercer pero con la responsabilidad de recuperar el tiempo empleado en la excepción.
4.- Estudio profundo de temas y materias no encargados (aún).
La vida es curiosa y siempre premia la prevención, el estudio de un tema planteado teóricamente siempre viene acompañado de un caso “real” al que se le puede aplicar lo estudiado previamente.
Por eso y por prudencia intensificaré este tipo de estudios de los que como mínimo saldrá un post con el compromiso de primar más la jurisprudencia que la ley pura y dura.
5.- Orden en todos los escritorios físicos y virtuales.
El orden es el mejor amigo de la eficiencia y si bien en lo físico el cargo de conciencia o las visitas hace que periódicamente sea ordenado, el mágico mundo on-line favorece justamente lo contrario. Por tanto y al menos cada vez que ordene lo físico haré limpieza de todos los PC.
Si tenéis alguna otra idea estaré encantado de sumar nuevos compromisos, no dudéis en proponer.