Por Nieves Andrés:
Exponerse a ser juzgado y sancionado es una experiencia desagradable que todos esperamos que nunca nos tenga que llegar, pero a veces llega y puede resultar muy estresante. Podemos aprender a relajarnos, a pensar positivamente confiando en que las cosas saldrán bien y planificar todo lo que sea necesario para conseguir nuestro objetivo, que no será otro que salir airosos del trance, o al menos lo menos perjudicados posible.
Acercarnos con optimismo y positividad puede ayudarnos en la parte más emocional, pero no olvidemos que es fundamental la figura de nuestro abogado. Que confiemos en su experiencia y en su opinión sobre lo que podemos esperar y lo que es más conveniente hacer o no hacer puede sernos de gran ayuda.
Hablamos con…
Álvaro Rizo
Abogado especialista en derecho civil y penal
“En un acuerdo previo, aunque tengamos que ceder algo, saldremos con todo resuelto”
Aunque todos estamos sujetos a tener que vernos como parte en algún procedimiento judicial, las estadísticas dicen que el cincuenta por ciento de la población española ni ha tenido nunca contacto con un abogado, ni conoce a ninguno, ni ha tenido ninguna experiencia judicial. Pero esto también significa que el cincuenta por ciento no estaría preparado para afrontar un procedimiento judicial, pues es muy habitual que se lleguen a acuerdos y así evitar llegar a esa situación.
Normalmente acudir a un abogado se identifica con juicios y con la imposibilidad de resolver el problema de otra forma, pero llegar a acuerdos es muy positivo y es algo que se debe fomentar desde los despachos de los asesores legales. Por muy seguros que estemos de nuestra demanda evitar el pleito es beneficioso para ambas partes, pues es un proceso muy estresante y lleno de incertidumbre, y el resultado final no va a depender de nosotros. En un acuerdo, aunque tengamos que ceder en algunos puntos, siempre vamos a salir de él con todo resuelto.
El abogado debe escuchar al cliente y mantenerle informado
La mediación, ya sea penal, familiar, etc. es una vía muy útil, aunque poco utilizada, para reconducir los conflictos. No se trata solo de evitar el juicio o de una reparación material, sino que la víctima se sienta comprendida, se reconozca lo que se ha hecho mal, se le pida perdón y que el demandado tenga la oportunidad de reparar el daño moral, y que la posible condena sea menor.
El abogado tiene que valorar los prejuicios, el enfado y las necesidades que trae el cliente para valorar la razón jurídica, y comprendiéndole darle una respuesta óptima, que puede ser evitando el pleito, o no. Cuando el cliente se siente escuchado y se le mantiene informado de todas las gestiones que se están realizando, se genera una confianza que puede alargarse durante años o extenderse a la familia. Los testimonios el día del juicio son importantes pero no determinantes, pues los jueces dan más importancia a los informes y las declaraciones escritas que han sido realizadas en un momento más cercano a los hechos que al día del juicio.
Hoy os traigo un “artículo invitado” publicado por Nieves Andrés (Psicóloga) en el Diario Aquí en Valladolid del mes de marzo que se atrevió nada menos que a invitarme a su estupendo programa: “PSICOLOGÍA POSITIVA”. Una experiencia que por cierto recomiendo a todos aquellos que tengan la oportunidad.
Si queréis oir el programa completo (50min aprox.) podéis pinchar aqui.
*Nota:El post y en especial el programa es continuación del post:
