Las instituciones no entienden que los abogados quieran visitar las cárceles y los centros de menores. Por tanto casi nunca se da, por eso, hoy se lo vamos a explicar.
Los abogados no sólo defendemos en sala, también asesoramos. Hay determinados casos en los que se ve venir el inminente ingreso en prisión o internamiento en el centro de menores.
Cuando el abogado informa a su cliente de que se vaya preparando psicológicamente para su entrada la contestación más habitual es: “¿qué me va a pasar?” Éste es el motivo principal de la necesidad de que los letrados conozcan las cárceles y los centros.
La única forma de saberlo es haber conocido dónde van a entrar, cómo es, qué les van a valorar, qué pasa después, qué régimen de vida diaria van a llevar… . El interno que sabe lo que le espera ingresará de una forma mucho más tranquila y será más fácil de valorar por las instituciones por lo que redundaría en beneficio de todos.
Pero las instituciones sistemáticamente rechazan la mano tendida de los colegios de abogados para estas visitas argumentando (con motivo) que no son un Zoo ni un parque temático. Pero es que los letrados no vamos allí de excursión, vamos a formación y con limitar a 10 o menos el nº de letrados por visita al trimestre sería más que suficiente
Por lo que conozco en Valladolid el tema es de traca, porque los alumnos de la escuela de práctica jurídica en el pasado sí han realizado ocasionales visitas (no siendo abogados la gran mayoría sino en vías de serlo) mientras que a los abogados del turno de oficio que ejercen a diario con temas penales se les deniega sistemáticamente.
Un rayo de esperanza: en marzo el centro de menores Zambrana de Valladolid abrirá las puertas a un reducido nº de compañeros del turno penal de menores espero poder comentarles que en breve el Centro Penitenciario haga lo propio, uds. esperen sentados por si acaso.
