Hoy se cumplen tres meses del fallecimiento del abogado francés Jacques Vergès (1925-2013) conocido en Francia como “el abogado del diablo”. Sobre su controvertida figura han corrido y correrán ríos de tinta y con sobrados motivos.
Nacido en Tailandia hijo de institutriz vietnamita y de cónsul francés, en su juventud abraza y defiende la causa anticolonialista con pasión, eso le hace acercarse al comunismo (fue miembro del PC Francés). Tras una juventud en la que tiene peso como representante de Unión Internacional de Estudiantes se convierte en abogado y se establece en Argelia.
Dentro de su labor como letrado debemos destacar su estrategia de defensa de ruptura que sirvió de ejemplo para procesos posteriores y que él dominaba con maestría.
La defensa de ruptura puede resumirse en la estrategia consistente en centrarse en las causas políticas que hacen ese juicio especial desacreditando el proceso mismo, y tras el juicio mediante la presión internacional o gracias al revuelo organizado en el propio proceso conseguir una situación mejor para el defendido.
Producto del colonialismo y anticolonialista se hace cargo de la defensa de Djamila Bohuried y de otros revolucionarios del FLN Argelino. Otros de sus clientes célebres (entre otros) son jefes de los Jemeres Rojos, Carlos el Chacal y miembros de su banda e incluso el criminal de guerra Nazi Klaus Barbie.
Su vida corre en paralelo a la de Francia y el terrorismo que ha sufrido en los últimos 50 años, el estupendo documental: “L’avocat de la terreur” de 2007 del Director: Barbet Schroeder lo muestra claramente.
De dicho documental les dejo dos perlas una para la prensa, repetida hasta la saciedad y que cuenta él mismo: “Cuando me preguntan ¿defendería ud. a Hitler? Respondo: Incluso a Bush, eso sí, a condición de que se declare culpable.” Y la otra (que dedico a todos mis compañeros) es la siguiente: “Como abogados tenemos un privilegio respecto a los médicos, podemos decirle a alguien: <<No quiero defenderle>> pero si decidimos hacerlo eso nos obliga. Debemos luchar con uñas y dientes para defenderle utilizar todas las armas que la ley y los usos nos conceden pero nunca debemos cruzar la línea blanca porque en ese momento nos volvemos vulnerables.”
No deja a nadie indiferente, podrá ir al cielo o al infierno pero, qué piensan ustedes: ¿Fue Vergès un buen abogado?
Letrado del Ilustre Colegio de Abogados de Valladolid