Apretar la tuerca vía endurecimiento de penas y de cara a la galería sólo así podemos resumir en pocas palabras todo un nuevo Código Penal.
Hace poco asistí a una conferencia sobre el tema y el catedrático de la Universidad de Valladolid Don Ángel Sanz comentaba acertadamente que lo más barato del mundo es cambiar el código penal y que es tendencia mundial en años electorales. Este código es fruto de dicha tendencia.
Vayamos con el ejemplo más clarificador del nuevo código:
La desaparición de las faltas si bien es cierto que algunas desaparecen del código otras quedan configuradas como “delitos leves”. La razón es básicamente eliminar la carga de trabajo que supone para los Juzgados de Instrucción los juicios de faltas.
Hasta aquí todo entendible, pero resulta que no existe una nueva ley procesal que acompañe el código que entra en vigor el 1 de julio de 2015 que nos diga como juzgar ese nuevo “delito leve” por lo que se deberán juzgar mediante el juicio de faltas y los encargados de juzgarlos serán… los jueces de instrucción.
Sólo con el tiempo veremos los frutos del nuevo código, a pocos días de su entrada en vigor sólo parece que para este viaje no se necesitan alforjas.
