Hace poco le di a un cliente potencial mi tarjeta profesional de visita para lo que pudiera necesitar, la cogió y me dijo francamente: “espero no usarla nunca”. Desde luego que este pensamiento en voz alta no me desanimó, pero si me hizo reflexionar sobre la importancia de nuestra profesión antes de que ocurran los problemas y de lo poco que conocen estos servicios aquéllos que no suelen contar con el asesoramiento de un abogado.
Me refiero a la usual pero poco conocida resolución extrajudicial de conflictos. El concepto “extrajudicial” (De extra- y judicial) la RAE lo define como: “Que se hace o trata fuera de la vía judicial”.
Hay innumerables ejemplos de la labor extrajudicial de los abogados en nuestro país, pero simplemente enumerare los supuestos más usuales:
Reclamación de cantidades. Tanto si le deben dinero (acreedor) como si usted está pasando por un momento complicado (deudor) es habitual que los abogados, en defensa de sus clientes, intenten una vía negocial antes de acudir al Juzgado. Puede consistir en un plan de pagos razonable firmado por ambas partes acordando consecuencias negativas para quien incumpla, se evita así los gastos (en tiempo y en dinero) que conlleva la reclamación judicial.
Arrendamientos. Tanto para los propietarios como para los inquilinos puede ser muy útil encargar la realización del contrato adecuado a cada inmueble con las características específicas del mismo y con las especialidades que se hayan pactado (por ejemplo: ¿quién paga la comunidad de propietarios?). Lo mismo a la hora de comunicar fehacientemente actualizaciones de la renta, intención de abandonar el inmueble, etc… de forma que si al final no queda más remedio que acudir a sede Judicial no perdamos oportunidades por falta de prueba.
Comunidades de Propietarios. Como comunidad y más allá del asesoramiento del administrador de fincas, es imprescindible consultar con un letrado antes de reclamar (por ejemplo: al constructor por una eventual responsabilidad en los vicios del edificio) las posibilidades de interposición de un eventual pleito posterior que puede resultar muy costoso. También los propietarios de forma individual pueden acudir al despacho de su abogado e informarse sobre si la regulación o régimen de mayorías que rigen determinados asuntos del orden del día de la junta, o si procede que le cobren una derrama por ejemplo.
Sucesiones (Herencias). Es deseable consultar con un abogado antes de acudir a la notaría a testar pues le puede aclarar las dudas que tiene sobre el tema y la vía más adecuada para que se respete su última voluntad mediante el respeto de la legislación vigente. En los complejos momentos posteriores a un fallecimiento un asesoramiento integral de los llamados a la sucesión puede evitar complejos y desagradables procedimientos judiciales, el abogado les asesorará y puede realizar muchas de las gestiones imprescindibles para que la sucesión se realice de la forma más eficaz.
Espero que estas líneas les ayuden a ver y entender a su abogado no sólo como un cirujano al que acudimos en ambulancia para que opere de urgencia sino también como el médico de familia al que se acude con un dolor que nos empieza a preocupar.
En temas legales, como en todo, mejor prevenir que curar.
Letrado del Ilustre Colegio de Abogados de Valladolid
